“Si comprender es imposible, conocer es necesario. Porque lo sucedido puede volver a suceder, las conciencias pueden ser seducidas y obnubiladas de nuevo: las nuestras, también. Por ello, meditar sobre lo que pasó es deber de todos.” (Primo Levi)

lunes, 12 de diciembre de 2011

El pianista


El pianista cuenta la historia de un judío polaco, un músico clásico, que sobrevive al holocausto a través del estoicismo y la buena suerte. Esta  película no es como muchas otras que tratan el tema desde un punto de vista sensiblero, sino que es el testimonio del pianista, lo que el ve y lo que le pasa durante la Segunda Guerra Mundial. Que sobreviva no es una victoria para él porque todos a los que el ha amado alguna vez acaban muriendo.

La película esta basada en el personaje de Wladyslaw Spilzman, un hombre que se encontraba tocando Chopin en el piano en la Radio de Varsovia cuando las primeras bombas alemanas cayeron en Polonia. La familia de Spilzman era próspera y se encontraba en relativa seguridad por lo que su primer pensamiento es ‘No vamos a ir a ninguna parte’. Además, las noticias que les llegan desde la radio son esperanzadoras; los ingleses y franceses le han declarado la guerra a la Alemania Nazi por lo que piensan que pronto todo volverá a la normalidad, pero no es así como ocurre.

 Los judíos están obligados a dar todas sus pertenencias y forzados a moverse todos al gueto de Varsovia donde se ha construido una pared de ladrillo para que no puedan huir. En este punto, la película relata como es la vida para la familia en el gueto; como hacen su vida, como ganan dinero, como la ven a la gente en las calles muriéndose de hambre y como los oficiales nazis se propasan con los habitantes del gueto. Uno de los policías del gueto le invita a unirse a la policía judía que se encuentra en el campo pero el rechaza la oferta. Un día les obligan a todos a reunirse en la estación del tren, pero un policía amigo de Spilzman le salva de que se monte en los trenes; es luego cuando nuestro protagonista descubre hacia adonde van los trenes: hacia los campos de concentración.

A partir de ahí empieza una lucha por la supervivencia del protagonista; se ve obligado a esconderse hasta que todos los oficiales nazis abandonan el gueto y después es obligado a trabajar en la destrucción del muro que anteriormente rodeaba el gueto. Con la ayuda de la gente de la resistencia y conocidos suyos de antes de la guerra, es ayudado a escapar del gueto y a refugiarse en la ciudad de Varsovia, donde será testigo de la miseria, de los intentos de expulsar al ejercito alemán por parte de la resistencia polaca y la dura represión que les sigue. Así es, como a través de sus ojos vemos como la ciudad va trasformándose y como, a esas alturas de la guerra ya no existen ni buenos ni malos, sino que están todos mezclados. Al final de la película, llega a una casa abandonada y derruida donde hay un piano y decide empezar a tocar. Así es como le descubre un oficial nazi que, harto de la guerra y el odio y maravillado por como toca, decide perdonarle la vida.

La película no es solo una crítica a lo que paso en el pasado sino a lo que está sucediendo en la actualidad y lo que puede que pase en el futuro. Es una crítica contra la marginación que se ejerce contra otros países como Palestina o como los millones de muertos que dejan cada día las guerras imperialistas y de poder como las de EEUU hace unos años contra Irak por el control de un poco de petróleo y que acaban con la vida de miles de personas sin que apenas nos demos cuenta. El pianista es una voz que se alza en defensa de aquellas personas que se vieron involucradas en una guerra que no comprenden y que no comprenderán.
 

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